Como anteriormente señalamos el artista callejero se caracteriza por entrelazar dinámicas en el territorio, a pesar de que no tiene horarios, este se pone a pasar la gorra en horas donde se concentre gente y donde se puedan detenerse un momento. Como por ejemplo, el mimo Felipe, plantea que no sirve salir en la mañana ya que las personas van rápidas y estresadas, mientras que alrededor de las 6, la gente puede degustar un poco del artista ya que tiene más tiempo. Lo que el artista sabe cuando ir, conoce su espacio y a su público, permitiendo que al ir a realizar sus expresiones dependa de otras relaciones ajenas a él. La relación es de espacio y tiempo por lo que se ve determinado por variables múltiples como el horario del trabajador, el clima, día, etc.
Si hojeamos el ensayo la ciudad no es un árbol de Christopher Alexander plantea que la ciudad no se puede visualizar como un árbol sino como semi- retículo. El árbol es rígido y se ve como una unicidad mientras que los semi-retículos son componentes que se van entrelazando entre las dinámicas que otorga el territorio, como sucedería en los artistas callejeros
Si los artistas callejeros surgen relaciones las cuales están anexas a otros tipos de variables, según Christopher, dice que en las ciudades se crean series de superposiciones que indican que el sistema de vida de las ciudades es como semi-retículos y que sólo en la mente de los panificadores lo ven como un árbol.
Otorgándole un sistema de redes que sólo pueden ser comprendidas viendo las superposiciones que se generan el territorio. Por lo que la vida cotidiana se convierte en elementos complejos que se van desarrollando en un escenario como es el caso del territorio, de igual manera que los artistas estos pudiendo plantearse la manera de hacer regionalización.
La regionalización esta categorizada por dividir territorios en áreas para poder administrarla, pero como se puede dividir sin los sujetos que viven en ella se desplazan en el espacio, generando una movilidad constante. Un gran ejemplo, es el que plantea el Autor, es de un trabajador que vive en una comuna y trabaja en otra. Lo más probable que desembolse su dinero en su comuna y dejando residuos en la que trabaja. Y que sucede con las relaciones de amistades, ya no sólo están en el barrio en el que uno vive, sino, también se encuentran en otras comunas donde se presenta de nuevo el concepto de movilidad espacial. ¿Cómo podemos clasificar áreas si ya los propios sujetos generan una movilidad en términos económicos, sociales, culturales y políticos? ¿Cómo se debe administrar un territorio si la persona que trabaja en otra comuna pasa el mayor tiempo en ella, pero vota en otra? ¿Será la manera adecuada de planificar una ciudad segregando o clasificando áreas?
CHRISTOPHER, Alexander. “La ciudad no es un árbol”. Berkeley, abril de 1965.Consultado [18 de abril de 2011] Disponible [en línea] en http://habitat.aq.upm.es/boletin/n40/acale.es.html
los panificadores son los que mejor pueden entender la dinámica de una sociedad, que rápidamente se traslada , rápidamente come, rápidamente digiere sin masticar ... somos gregarios al máximo, totalmente cegados por la rutina, nos desplazamos en un circuito caliente .. que puede ser caracterizado solo por un sujeto contemplativo y estático(un artista callejero, un mendigo), ¿donde queda la cazuela y la carbonada en este escenario?
ResponderEliminarel pan es ciertamente el rey en esta vorágine...
algo que sabe el panificador y ciertamente el mimo Felipe!
el planificador también debería estar enterado...
Chao pauli ciertamente te comiste una letra ... pero en este mundo todo sirve, según yo ... chaooooooo !