Es por esto que invitó al lector a ser un turista de su propia ciudad para poder comprender este blog, ya que convirtiéndose en uno, podrá encontrar la complejidad de sus propias dinámicas que se encuentran en su territorio y en el resto del territorio así entiendo el proceso de regionalización.
El turista puede ser un aliado que podrá examinar el territorio, ya que buscará conocer cada rincón de la ciudad, intentará de mirar más allá de lo que cualquier habitante pueda encontrar. Por lo que no se cansará de buscar en percibir a los lugareños.
Si miramos más allá, una ciudad, un pueblo o una localidad, tiene una serie de actores que habitan en ella. Si la comenzamos a recorrer nos podremos deslumbrar de las maravillas ocultas que esconden y que generalmente, están a la vista.
Si miramos a nuestro alrededor, nuestro espacio y nuestra rutina, nos percataremos que estamos enclaustrados por una vida cotidiana, que la definiremos como situaciones que acontecen a diario, donde cada individuo se desplaza como un miembro de la sociedad, pues cotidianamente nos relacionamos e interactuamos con otras personas (1).
Si hacemos memoria cada uno de nosotros ha sido participe de la vida cotidiana, es como si hubiésemos recibido una invitación y no hubiésemos podido decir que no. Siendo algo tan simple llevarla a cabo, pero que a su vez las relaciones que se generan son bastante compleja.
Siendo un personaje típico de la vida cotidiana en las calles de Valparaíso se expondrá sobre el artista callejero, ya que este nos deleitará de manera ejemplar las relaciones que se pueden encontrar en un territorio.
Un artista callejero tiene la característica de apoderarse el territorio dejando que los espacios urbanos sean su escenario principal. Estos no tiene ni reglas, ni horarios sólo tiene un fin común, mostrar una multiplicidad de expresiones artísticas de calidad. Por lo que si caminamos en las calles, nos encontraremos con estos actores los que intentan deleitar a la gente. Esperando que estas se detengan por un segundo y se encandile por la presentación. Para ellos, es una manera de trabajar por lo que pasan la gorra esperando algún aporte voluntario y si alguno no puede cooperar, se sentirán gratificados por una serie de aplausos.
Si analizamos este ejemplo, un suceso tan común de encontrar en las calles de Valparaíso nos hace pensar que la vida cotidiana no se puede observar como hecho aislante. Ya que la persona que iba caminando, se detuvo porque le entretuvo el espectáculo mientras que el artista se alimenta de las personas que se detienen. Generando así, dinámicas dentro del espacio en que sucedió la intervención, donde los sujetos están interrelacionados accediendo a entrelazarse. Estos sucesos que comienzan a interrelacionarse conforman una gran red en el territorio.
Las intervenciones callejeras son simplemente expresiones artísticas que se ven expuestas en la simplicidad de la vida cotidiana de cada persona. Estas tienen un radio de acción que se determinada por el territorio en que se movilizan. Las que se van entrelazando unas con otras permitiendo generar una gran red o como llamaría Deleuze, un rizoma permitiendo que “los hilos de la marioneta, en tanto que rizoma o multiplicidad, no remiten a la supuesta voluntad del artista o del titiritero, sino a la multiplicidad de las fibras nerviosas que forman a su vez otra marioneta según otras dimensiones conectadas con las primeras (2)”. Con ello quiere decir la multiplicidades de las expresiones actúan como redes, al igual que la regionalización. El territorio no sé puede fragmentar, dejando un serie de elementos interrelacionados.
Cita: Blog Concepto de vida cotidiana. [En línea] Agosto 16, 2009[Fecha de consulta 10 de abril]. Disponible en: http://sobreconceptos.com/vida-cotidiana
DELEUZE, Gilles. Rizoma: Introducción. [En Línea] marzo, 1977. [ref el 10 de abril]. Disponible en internet http://www.minipimer.tv/txt/20110324/Rizoma_una%20introduccion.pdf
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